sábado, 29 de mayo de 2010

La cueva de Altamira ya estaba habitada hace 22.000 años


Los bisontes polícromos de Altamira suponen una pieza fundamental en el arte paleolítico.


Así lo ha asegurado el director del Museo Altamira, José Antonio Lasheras, tras los trabajos realizados en este entorno por investigadores de esta institución y de las universidades Complutense y Politécnica de Madrid.

Este descubrimiento otorga un nuevo sentido a las pinturas más antiguas que decoran el interior de la cueva, un conjunto de figuras rojas que hasta la fecha se habían encuadrado en el período cultural conocido como Solutrense, pese a que sus características eran distintas.

Hasta la fecha, se sabía que el hombre había habitado la cueva de Altamira entre 18.000 y 13.000 años de antigüedad, momento en el que la entrada se derrumbó y dejó sellada la cueva.

Las pinturas más famosas de la 'Capilla Sixtina' de la prehistoria, los bisontes polícromos. se pintaron al final de este período, hace unos 14.000 años, al final del período Magdaleniense.

Pero había otras figuras de color rojo, como manos y caballos, que no se habían podido datar mediante Carbono 14 y que tradicionalmente se habían asociado al Solutrense, pese a que se parecían más a otras del período Gravetiense (de hace 27.000 a 21.000 años), similares a las de otros grutas de Cantabria como El Pendo y La Pasiega.

Una nueva mirada

En realidad, los investigadores no han descubierto nada nuevo sino que han "mirado mejor" los trabajos que realizaron los primeros excavadores de Altamira, como Herminio Alcalde del Río (1903) o Hugo Obermaier (1924) así como las exploraciones que llevaron a cabo en 1980 Joaquín González Echegaray y Leslie Gordon Freeman, según ha manifestado el director del Museo Altamira.

Aunque Altamira fue una de las primeras cuevas paleolíticas en descubrirse -en 1879, por Marcelno Sanz de Sautuola-, esta circunstancia había impedido tener un mejor conocimiento de su ocupación humana, ya que fue excavada muy pronto y con técnicas que se limitaban al vaciado del yacimiento con pico y pala para buscar piezas arqueológicas.

Por esta razón, entre 2004 y 2006, con la cueva cerrada, los investigadores limpiaron la tierra suelta que quedó en el interior de la cueva tras las excavaciones de principios del siglo XX y de las obras de apuntalamiento realizadas en los 60 para hacer visitable la instalación.

Las nuevas pruebas de Carbono 14 han determinado que el estrato más profundo de Altamira tiene 21.910 años de antigüedad, fecha que, según creen los investigadores, la cueva comenzó a ser habitada por los cazadores del Paleolítico superior.

Todas las conclusiones de este trabajo serán publicadas en un artículo, titulado 'La cueva de Altamira: nuevos datos sobre su yacimiento (sedimentología y cronología)'.

Un segundo proyecto

Además, los investigadores del Museo de Altamira están llevando a cabo otro proyecto, que consiste en una excavación nueva en el exterior de la cueva, justamente en la entrada que quedó sepultada tras el derrumbe.

Con ella, los investigadores podrán demostrar hasta dónde llegaba la cueva y aportará datos sobre sus últimos moradores.

Por el momento, han descubierto un nivel Magdaleniense en el que han hallado un omoplato de ciervo con una cierva tallada, un elemento "simbólico de Cantabria", según José Antonio Lasheras.

Fuente: rtve.es

El homínido más antiguo recibe críticas

El descubridor de 'Ardi' responde a los paleontólogos que ponen en duda que fuera un homínido y que viviera en un bosque

Representación del 'Ardipithecus ramidus'- SCIENCE

¿Era Ardi, el homínido más antiguo encontrado hasta ahora, verdaderamente un antepasado del ser humano, y vivía en un bosque o más bien en una sabana? Algunos aspectos de lo que fue considerada la noticia científica más importante del año 2009 son objeto de cierto debate en la comunidad científica, que se refleja en un intercambio de argumentos entre los descubridores y estudiosos del Ardipithecus ramidus, hallado en Etiopía, y sus críticos.

Por un lado, el especialista en homínidos extinguidos Esteban E. Sarmiento, de la Fundación Human Evolution de EE UU, cree que no existen pruebas suficientes de que Ar. ramidus fuera un homínido, es decir, que perteneciera al linaje humano tras la separación del linaje del chimpancé, y se inclina por que era anterior a esta divergencia.

La presentación en sociedad, largamente esperada, del Ar. ramidus, un fósil de hace 4,4 millones de años, se hizo a través de una decena de artículos publicados, bajo la dirección del paleontólogo estadounidense Tim White , el 2 de octubre de 2009 en la revista Science, la misma que acoge ahora el debate. Según Sarmiento, la identificación de un homínido sobre la base de las características de los dientes caninos y premolares induce a equivocación y otras supuestas pruebas, como la de que podía andar erguido basándose en la morfología del pie, no son convincentes.

White y algunos de sus colegas argumentan que son múltiples los parecidos dentales, craneales y esqueléticos entre el Ar. ramidus y otros homínidos, especialmente con el australopiteco posterior y que no sería lógico que estas características se hubieran desarrollado antes de la separación con el chimpancé y luego hubieran vuelto a surgir. El paleontólogo español JoséLuis Arsuaga, que tiene una buena relación con White, señala que cree que sí es un homínido, pero que quedan aspectos por aclarar en lo que se publicó, como lo relativo a la monogamia y la postura bípeda.

Esta última característica, tan importante, tiene que ver también con la segunda crítica, que se refiere al ambiente en que vivió la criatura en lo que hoy es el desierto de Etiopía. Un gran experto, Thure Cerling , de la Universidad de Utah, y científicos de otras universidades argumentan que se trataba de una sabana y no del bosque mucho más cerrado que White y sus colegas presentan. Para ello esgrimen complejas interpretaciones de paleoisótopos, la técnica preferida actualmente para recrear el ambiente pretérito. White y sus colegas las refutan, con argumentos igualmente complejos.

Hipótesis de la sabana

Nuria García, la única científica española que participó en este trabajo, señala: "Los dos se refieren en realidad a la hipótesis de la sabana, la idea de que los homínidos se hicieron bípedos al tiempo que los espacios abiertos fueron siendo predominantes". García cree que Cerling y sus colegas están interpretando a una escala errónea. "Creo que están centrándose en una escala regional de paleoambientes, mientras que White y los suyos, como saben de donde proceden los fósiles, la geología, y la fauna de cada localidad, pueden hacer una interpretación específica del hábitat solo de Ar. ramidus". La paleontóloga española, que trabajó precisamente en la interpretación del ambiente, sobre datos de miles de fósiles, cree que White da una mejor interpretación global, al menos por el momento, y que además establece que la hipótesis de la sabana es ahora testable científicamente, cuando antes no lo era.

"Ardi prefería todavía ambientes más cerrados", concluye García. "La visión de los primates atravesando sobre dos patas las distancias entre zonas boscosas cada vez más apartadas ha mantenido su atractivo durante décadas de investigación", explica White, para quien los datos obtenidos del ambiente en el que vivía Ardi socavan esta hipótesis y dan una visión nueva del nicho ecológico de los primeros homínidos.


Fuente: elpais.com

jueves, 27 de mayo de 2010

Ya está disponible la última edición (Mayo 2010) de Fósil Revista de paleontología


Descárguela GRATIS desde: http://www.fosil.org

CONTENIDOS

OBITUARIO

• Daniel Frassinetti Cabezas

DIVULGACIÓN

• TAXONOMÍA Y UN TIPO LLAMADO LINNEO. Por Roberto Diaz-Sibaja, para Fósil
• GENOMA DEL NEANDERTAL SECUENCIADO. Fuente CIENCIA CIERTA
• EFECTIVAMENTE LLEVAMOS A LOS NEANDERTAL ES DENTRO. Fuente MUNDO NEANDERTAL
• AGITADO, NO MEZCLADO. Por José María Bermúdez De Castro
• EUDALD CARBONELL: ESTÁ MÁS QUE DEMOSTRADO QUE EXISTE UN ANCESTRO COMÚN EN EL ORDEN DE LOS PRIMATES. Fuente LA CIENCIA Y SUS DEMONIOS
• ¿AUTOPOIESIS?… AH SÍ, CLARO...Por Dino G. Salinas

NOTICIAS

• JOSÉ MIGUEL AGUILERA PRESIDIRÁ CONICYT
• LOS NEANDERTALES TAMBIÉN SE MAQUILLABAN
• DESCUBREN UNA NUEVA ESPECIE DE DINOSAURIO EN EL DESIERTO DE UTAH
• DESCUBREN FÓSILES CON MÁS DE 340 MILLONES DE AÑOS DE ANTIGÜEDAD
• DESCUBIERTOS LOS SIRENIOS FÓSILES MÁS ANTIGUOS DE OESTE DE EUROPA
• LA GLACIACIÓN QUE CONVIRTIÓ A LA TIERRA EN BOLA DE NIEVE OCURRIÓ HACE 716,5 MILLONES DE AÑOS
• EL PLESIOSAURIO COMEDOR DE ICTIOSAURIOS
• HALLAN UN FÓSIL DE UN Velociraptor COMIÉNDOSE A OTRO DINOSAURIO HERVÍBORO
• IMPORTANCIA DE LA RESPIRACIÓN DE LOS COCODRILOS EN LA DIVERSIFICACIÓN DEL TRIÁSICO
• HALLAN POR PRIMERA VEZ ANIMALES CAPACES DE VIVIR SIN OXÍGENO
• HALLAN UNA NUEVA ESPECIE FÓSIL CON ESQUELETO EXTERNO EN EXTREMADURA
• EL BIPEDISMO HIZO POSIBLE LA CONSTRUCCIÓN DE HERRAMIENTAS
• EL NIÑO DE LAGAR VELHO APORTA INFORMACIÓN SOBRE LA EVOLUCIÓN HUMANA
• NUEVA ESPECIE APORTA INFORMACIÓN SOBRE LA EVOLUCIÓN DE LOS TIRANOSAURIOS
• DESENTRAÑAN LA TECNOLOGÍA DE LOS PRIMEROS HUMANOS EUROPEOS
• LA EXTINCIÓN DE LA MEGAFAUNA AUSTRALIANA
• SOBRE EL ORIGEN DE LAS BRANQUIAS
• DESCUBREN UN DINOSAURIO CON UN BULTO DE HUESO SÓLIDO EN LA CABEZA
• NUEVO YACIMIENTO DE UN MILLÓN DE AÑOS EN ESPAÑA
• PLUMAS DE COLORES, EL ARMA SECRETA DE LOS DINOSAURIOS
• Similicaudipteryx Y LAS PLUMAS EXTINTAS
• UNA CUCARACHA ANCESTRAL EN 3D
• TRAMPAS MORTALES PARA DINOSAURIOS EN EL OXFORDIENSE

LIBROS

• DINOSAURIOS, UN PASEO ENTRE GIGANTES. por Germán Muñoz Maciá

PALEO ILUSTRACIÓN

• EL ENIGMÁTICO PULGAR IV. Transcripción y adaptación por Pablo Lara para FÓSIL

RUTA DARWIN

• CREACIÓN VS. EVOLUCIÓN: JOHN SCOPES Y EL JUICIO DEL MONO.
• SOBRE BALLENAS ASPIRADORAS Y GRILLOS POLINIZADORES, TODO ENSALZADO CON UN NUEVO GOLPE AL ANTROPOCENTRISMO.
• LAS CLAVES GENÉTICAS DE LA CUNA DE LA HUMANIDAD
• EL PEQUEÑO CIENTÍFICO MOVERÁ MONTAÑAS. Por Dino G. Salinas(*)
• CIENTÍFICOS CHILENOS HALLAN UN "MANTO MICROBIANO" FRENTE A COSTAS SUDAMERICANAS
• LIBERTAD PARA PETE BETHUNE

Fuente: www.fosil. org

miércoles, 26 de mayo de 2010

Comienza la localización de restos de la Cueva de Nerja para un futuro museo


La obra civil de este equipamiento, ejecutado en el centro del municipio malagueño de Nerja, está ya culminada y los responsables de la fundación trabajan en su contenido

La Fundación Cueva de Nerja ha empezado la localización de los restos de la gruta descubiertos en diferentes excavaciones, que se encuentran repartidos en varias comunidades autónomas, como Madrid y Valencia, y que formarán parte del futuro Museo de la Historia.

La obra civil de este equipamiento, ejecutado en el centro del municipio malagueño de Nerja, está ya culminada y los responsables de la fundación trabajan en su contenido, según ha informado hoy a los periodistas el gerente de la cueva, Ángel Ramírez.

Personal especializado se ha desplazado hasta la cavidad para desarrollar la catalogación e inventario de las piezas que se exhibirán en el museo, en el que se realizará una inversión de casi cuatro millones de euros.

El futuro Museo de la Historia de Nerja contará entre sus elementos con el esqueleto de "Pepita", como se conoce popularmente a los restos de la joven de 20 años fallecida a causa de una otitis hace unos 18.000 años, "y que constituye una pieza excepcional por tratarse de un enterramiento epipaleolítico".

"La cueva tiene restos arqueológicos muy interesantes que abarcan un inmenso periodo de tiempo", ha añadido Ramírez, que ha recordado que el actual estudio multidisciplinar que se está realizando persigue las huellas de los últimos hombres de Neandertal, posibles habitantes de la Costa del Sol hace unos 30.000 años.

El patrimonio arqueológico de la gruta también cuenta con restos de civilizaciones mucho más actuales, como la romana o la musulmana, de la que se conservan elementos de cerámica y monedas.


Fuente: diariosur.es

Rastros de la evolución del «heidelbergensis» al neandertal


La comparación entre las industrias de Atapuerca y del sur lucense también se relaciona con uno de las cuestiones más importantes en el estudio del Paleolítico, como es la transición entre el Paleolítico Inferior y el Paleolítico Medio.

Según los conocimientos actuales, durante esa larga etapa el Homo heidelbergensis -la especie humana extinguida que pobló Europa occidental en el primero de estos períodos- evolucionó hasta convertirse en el hombre de Neandertal. Al mismo tiempo, la tecnología achelense utilizada por la primera de estas especies fue transformándose de forma paulatina en la más sofisticada industria musteriense de sus descendientes.

Proceso lento y gradual

Las huellas de este proceso pueden detectarse tanto en Atapuerca -sobre todo en el yacimiento de la Gran Dolina- como en la depresión de Monforte, donde se han encontrado yacimientos de los dos períodos. «Por lo que se sabe, la transición del Paleolítico Inferior al Paleolítico Medio fue mucho más lenta y gradual que el paso del Paleolítico Medio al Superior, que parece haber sido un proceso bastante más rápido y rupturista, asociado al reemplazo del neandertal por el Homo sapiens moderno», comenta Xosé Pedro Rodríguez.

Comparar los diferentes rastros que haya podido dejar esa transformación tecnológica en el sur lucense y en Atapuerca puede aportar por lo tanto nuevos datos sobre un período muy largo y todavía muy poco conocido de la prehistoria peninsular.

El estudio comparativo de una y otra zona también puede ser importante en lo referente a la mencionada transición del Paleolítico Medio al Superior. En este caso, el principal centro de interés no se sitúa en el valle de Lemos, sino en los yacimientos descubiertos en Triacastela dentro de este mismo proyecto científico promovido por la USC.

«El paso del Paleolítico Medio al Superior es más difícil de estudiar en la zona de Monforte», puntualiza Xosé Pedro Rodríguez, «pero por suerte tenemos también Cova Eirós, donde hay materiales muy importantes de estas dos etapas y que además se pueden datar con precisión, porque allí están en un contexto estratigráfico y con restos de fauna», agrega.

Fuente: lavozdegalicia.es

martes, 25 de mayo de 2010

España rastreará la cuna del hombre


El equipo español en la garganta de Olduvai (Tanzania), el pasado verano.CIVES MUNDI

Para comprender cómo un mono chaparro, torpón y peludo se convirtió en apenas cuatro millones de años en una especie capaz de componer El lago de los cisnes hay que agujerear África.

Un equipo español, dirigido por los paleoantropólogos Manuel Domínguez-Rodrigo y Enrique Baquedano, lleva cuatro años haciéndolo, "en condiciones miserables", en el lugar más codiciado, la garganta de Olduvai (Tanzania), el útero en el que se gestó la humanidad. Los investigadores duermen directamente en el suelo "en tiendas de campaña compradas en el Decathlon por 40 euros", mientras un par de masais espanta a las hienas y a las serpientes que merodean el campamento, según explica Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid.

Pero la situación va a cambiar radicalmente. Ambos investigadores crearán "en las próximas semanas" el Instituto de Evolución en África (IDEA), un centro de investigación que pretende aglutinar el trabajo de prácticamente todos los científicos españoles que rastrean los orígenes del ser humano en el continente africano, según han adelantado los dos científicos a Público.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ya han mostrado su respaldo al proyecto, explica Baquedano. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, también está dispuesta a poner dinero, añade. El centro necesitará un presupuesto anual de un millón de euros, lo mismo que cuesta modernizar un tramo de tres kilómetros de una carretera comarcal.
Las huellas más antiguas

El IDEA coordinará los trabajos en Olduvai, donde el equipo español intenta demostrar que el Homo habilis, la especie más antigua del género Homo, era cazador, y no carroñero, como se sostiene desde la década de 1970, cuando la cultura hippie se trasladó a la ciencia y describió unos antepasados humanos en comunión con la naturaleza e incapaces de matar una mosca.

El IDEA también controlará las excavaciones españolas en el lago Natrón, en Tanzania, donde apareció en 1964 la mandíbula de un homínido que vivió en África hace 1,5 millones de años, el Paranthropus boisei. Y en Laetoli, otro yacimiento tanzano por el que paseó un Australopithecus afarensis sobre las cenizas de un volcán. Sus pisadas, visibles 3,7 millones de años después, son la huella más antigua de un antepasado humano.

"Al unir todos estos proyectos podremos estudiar un periodo de cuatro millones de años, es una oportunidad única", subraya Domínguez-Rodrigo, profesor de Prehistoria en la Universidad Complutense de Madrid.

Los dos codirectores del yacimiento de Olduvai anunciaron ayer en Soria la construcción de una estación científica española, financiada por la Comunidad de Madrid, en la cuna de la humanidad. Será un gran centro de trabajo y descanso, con un laboratorio para analizar los fósiles hallados y un almacén para depositarlos. Y con camas.

La estación estará lista a finales de año, según los cálculos de los investigadores. Cuando se inaugure, se integrará en el IDEA, que de momento funcionará con una sede provisional en el Museo de los Orígenes de Madrid.

Uno de los codirectores de los yacimientos de Atapuerca (Burgos), Juan Luis Arsuaga, aplaude la iniciativa. "España debe investigar en la cuna de la humanidad. Nosotros aportaremos todo lo que nos pidan", anuncia.

Fuente: publico.es

Guerra de 'homos' en Suráfrica Un estudio dice que un fósil sin clasificar es el humano más antiguo


Cráneo del homo gautengensis'.D. Curnoe

STW 35 acaba de encender una fuerte polémica entre los antropólogos. Este pequeño fósil, descubierto en 1976, permanecía sin clasificar y perdido en un almacén desde esa fecha. Ahora, el antropólogo Darren Curnoe, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), asegura que los restos son de una nueva especie humana que ha bautizado como homo gautengensis.

El estudio de Curnoe, pendiente de publicación en HOMO-Journal of Comparative Human Biology, afirma que, debido a la antigüedad del espécimen, se trata del homo más antiguo encontrado hasta el momento. En declaraciones a Discovery News, Curnoe ha arremetido contra el reciente hallazgo de otro grupo de investigadores, que presentó en abril en Science al australopithecus sediba.

El fósil, hallado en la misma zona de Suráfrica que el STW 35 conocida como la Cuna de la Humanidad, era considerado el posible ancestro del género Homo. "El gautengensis implica que es muy poco probable que el sediba sea un ancestro humano", detalló Curnoe.

Lee Berger, autor principal del trabajo que dio a conocer al sediba, no esconde su enfado. "Este supuesto estudio es como un editorial", explica a Público. "No debería haberse publicado jamás", añade.

Dos análisis

Desde que fue encontrado, algunos expertos han asegurado que STW 35 era un australopiteco. Otros creyeron que era un homo habilis. Curnoe apoyó esta teoría en 2006 después de un primer análisis de los restos. Sin embargo, tras un segundo estudio que incluyó otros fragmentos de cráneos y mandíbulas encontrados en Sterkfontein, afirma que se trata de una especie nueva que vivió desde hace dos millones de años hasta hace unos 600.000.

Para llegar a esta conclusión ha comparado los restos con los de homo habilis y homo erectus. Según Curnoe, el gautengensis medía un metro y pesaba unos 50 kilos. Pasaba la mayor parte de su vida colgado de los árboles, pero ya usaba herramientas.

Curnoe cree que la supuesta nueva especie no era capaz de hablar. Aunque ya tenía rasgos similares a los del sapiens, no era su ancestro directo. La forma avanzada de su cráneo y sus dientes le hacían más cercano al futuro homo sapiens que el australopithecus sediba. Esta especie era "mucho más primitiva que el gautengensis, que vivió en el mismo lugar", señala Curnoe.

"No es un estudio riguroso", advierte Berger. El investigador señala que Curnoe no ha comparado sus fósiles con ninguna especie de australopiteco, incluido el sediba. Además, añade, una de las muestras que Curnoe usa para definir su especie ya fue utilizada por otro autor, que lo atribuyó a otra diferente.

El nuevo hombre de Gauteng

Darren Curnoe ha realizado un análisis y reconstrucción del fósil ‘STW 35', descubierto en 1976 y no atribuido a ninguna especie concreta.

Ha incluido otros fósiles que parecen de la misma especie y han sido hallados en la misma zona de Suráfrica.

Su morfología se ha comparado con ‘homo habilis' y ‘homo erectus', pero no con la de australopitecos.Concluye que ‘STW 53' es una especie distinta, que fabricaba herramientas y hacía fuego, pero no podía hablar.

Su nombre, ‘homo gautengensis', hace referencia a la provincia de Gauteng donde fue hallado.


Fuente: www.publico.es

miércoles, 19 de mayo de 2010

Los neandertales de Maltravieso fueron los primeros homínidos en consumir hienas


Dientes de hiena hallados en la Cueva de Maltravieso. Foto: IPHES

Hasta el momento, siempre se había considerado que las hienas, por su actividad carroñera, eran unas grandes competidoras de los homínidos en los primeros pasos de la evolución humana. Esta interpretación entra ahora en un claro dilema tras hacerse público un estudio del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social) publicado este mes en la revista internacional Journal of taphonomy en el cual se pone de manifiesto que los neandertales que habitaron la Sala de los Huesos de la Cueva de Maltravieso (Cáceres) hace unos 120.000 años consumieron a sus supuestas competidoras.

Así lo avalan unas incisiones microscópicas observadas en los restos fósiles de hienas descubiertas en dicho yacimiento. “Se trata de un caso único, ya que no tenemos constancia de que en ninguna otra parte se haya documentado un comportamiento parecido”, afirma Antonio Rodríguez-Hidalgo, autor del trabajo en colaboración con Palmira Saladié, investigadora del IPHES, y especialista en zooarqueología del Equipo Primeros Pobladores de Extremadura (EPPEX). La publicación del estudio ha coincidido con la reinauguración del Centro de Interpretación de la Cueva de Maltravieso (Cáceres).

La investigación se centra en una serie de restos óseos pertenecientes a esqueletos de hiena manchada (Crocuta crocuta), que muestran señales de carnicería. Según Antonio Rodríguez-Hidalgo, “en la superficie de estos fósiles pueden observarse incisiones muy tenues, que en el microscopio se revelan como señales producidas por las herramientas de piedra. Estas marcas se producen al extraer la piel, la carne y los tendones de los animales. Son auténticas señales de carnicería”.

La escena del crimen

Este hecho ha sido interpretado por el EPPEX como “un caso abierto”. En palabras de Antoni Canals, director de las excavaciones de Maltravieso, “nos encontramos ante un dilema interpretativo, ya que tradicionalmente se ha visto a las hienas como competidores de los homínidos. En el caso que nosotros hemos analizado, la escena del crimen puede entenderse como consecuencia de dos situaciones: que los neandertales cazasen y consumiesen el cuerpo de la hiena cerca de la cavidad y los restos abandonados llegasen a Maltravieso arrastrados por otros carroñeros, o bien -y es la hipótesis más sugerente- que los neandertales entrasen a esa cueva a cazar directamente a las hienas”.

Según el EPPEX, los datos obtenidos con las excavaciones efectuadas en diversas campañas, indican que una parte de la cavidad funcionó como cubil de hienas durante el final del Pleistoceno medio (hace unos 120.000 años). “La presencia en dicho yacimiento de herramientas de piedra elaboradas por los neandertales, junto a los restos carroñados por las hienas, añade complejidad e interés a un yacimiento que se encuentra en las primeras fases de su exploración”, comenta Antoni Canals.

“Decantarnos por una u otra interpretación sobre el singular comportamiento, pasa por la adquisición y estudio de nuevos datos que, en nuestro caso, significa volver a excavar”, afirma el director del proyecto. “Sin restos arqueológicos no hay nada que investigar, proteger o divulgar”, recalca.

Las excavaciones en la Cueva de Maltravieso, por parte del EPPEX, se realizaban desde el año 2001 y se suspendieron en el 2009 por problemas, según la Dirección General de la Junta de Extremadura, en la conservación de las pinturas rupestres. Así pues, dichos trabajos se encuentran en situación de parada técnica como consecuencia de un estudio realizado por el IPCE (Instituto de Patrimonio Cultural de España) y la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura, para determinar la compatibilidad de las excavaciones con la preservación del arte parietal del Paleolítico superior que contiene la cavidad.

Datos ambientales de la cavidad

Antoni Canals ha remarcado: “las excavaciones arqueológicas se realizaban durante 15 días al año y especialistas del equipo Primeros Pobladores de Extremadura ejercían el control de la temperatura, humedad y CO2 de la cueva. Ahora esta responsabilidad está en manos de la Dirección General de la Junta de Extremadura y hoy la cavidad es objeto de su estudio. Por lo tanto, se está a la espera de resultados, con el fin de que estos permitan reemprender las excavaciones arqueológicas. En este sentido, durante la reciente presentación de las reforma en el Centro de Interpretación de la Cueva de Maltravieso, la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura informó del avance en la toma de datos ambientales de la cavidad.

Los miembros del equipo Primeros Pobladores de Extremadura se sienten ilusionados con el avance de los trabajos que llevaron al cierre de la cavidad y celebran la renovación del centro de interpretación, donde se refleja la labor realizada por el equipo durante los 10 últimos años, así como una revalorización del patrimonio simbólico de la cavidad y de su uso funerario por parte de comunidades de la edad del Bronce.

“Insistimos –señala Antoni Canals- en que conocemos muy bien esta cavidad y por ello estamos convencidos de que en poco tiempo podremos retomar nuestra actividad, pues constantemente hemos medido los parámetros claves, los hemos dado a conocer y sabemos qué resultados se obtendrán ahora. Pues difícilmente puede variar el comportamiento microclimático de la cavidad”.

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Referencia bibliográfica

Antonio Rodríguez Hidalgo. "The scavenger or the scavenged?". Journal of Taphonomy 2010; 1: 75-76

Fuente: Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social / plataformasinc.es

jueves, 13 de mayo de 2010

Neandertales y sapiens, aún más separados

Aida Gómez, autora del trabajo.A.G.

El último pariente común entre sapiens y neandertales es el doble de viejo de lo que se creía, según un trabajo realizado por investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), en Burgos. Los investigadores lo sitúan hace un millón de años. Mientras, el primer genoma neandertal publicado la semana pasada lo databa hace unos 350.000 años.

"Estas conclusiones han sido uno de mis mayores quebraderos de cabeza y yo he sido la primera sorprendida", explica a Público Aida Gómez, quien ha realizado la investigación como parte de su tesis doctoral bajo la supervisión de María Martinón, investigadora de Atapuerca, y José María Bermúdez de Castro, director del CENIEH.

Los datos se desprenden del análisis morfológico de unas 1.500 piezas dentales de toda la familia humana (neandertales, sapiens, erectus, habilis o antecessor) y de australopitecos de hace hasta cuatro millones de años, de África, Asia y Europa. Se han analizado con una herramienta informática que compara puntos en los dientes de las especies y calcula su divergencia evolutiva.

"La evidencia real de los fósiles nos dice que el ancestro común de sapiens y neandertales vivió mucho antes de lo que dicen los genes", explica Martinón.

Guerra de cifras

Martinón dice que los neandertales que vivieron hace 600.000 años en Atapuerca ya eran una especie diferenciada de los sapiens. Eso hace imposible que su último ancestro común viviese 300.000 años después, como propone el equipo que ha obtenido el genoma neandertal. Los dientes de otros homininos de la Gran Dolina de Atapuerca, de hace 900.000 años, ya presentaban rasgos que los hacían más neandertales que ancestros del sapiens, añade Gómez.

El ancestro común se ubicaría 100.000 años antes, lo que demuestra que ninguno de los fósiles encontrados hasta hoy es el del ansiado ancestro, ya que no hay fósiles de Homo de esa antigüedad, concluye Martinón.

Fuente: publico.es

lunes, 10 de mayo de 2010

Los Neandertales: esa otra humanidad Un análisis del genoma de esta especie demuestra que se cruzaron los Homo sapiens


El paleobiólogo Antonio Rosas González


Antonio Rosas
Los neandertales representan un referente para la comprensión de nuestra naturaleza humana. Al compararnos con ellos aprendemos de nosotros mismos. Ideas previas, con una escasa base científica, dieron lugar al mito de la inferioridad intelectual de los neandertales, llegando incluso a proponer que dicha falta de aptitudes pudiera ser la causa de su extinción. Así, en la lucha por la existencia, la supuesta superioridad de Homo sapiens nos habría permitido llegar hasta hoy. Ellos, los neandertales, se quedaron por el camino.

Los últimos descubrimientos realizados en diferentes yacimientos, incluidos algunos españoles tales como El Sidrón en Asturias, ponen de manifiesto que el grupo humano neandertal no responde al mito de unos seres humanos primitivos, toscos e intelectualmente desfavorecidos. Nada más lejos de la realidad. Diferentes fuentes de información, incluyendo los estudios anatómicos, los modernos análisis de ADN antiguo, así como el estudio de las herramientas y de los hábitos de conducta, señalan unas capacidades mentales similares, aunque quizá no iguales, a las nuestras. Es verdad que su anatomía y sus genes muestran diferencias respecto a Homo sapiens, pero éstas no pueden considerarse rasgos de inferioridad. Son, más bien, la manifestación de unas divergencias biológicas y culturales propias de procesos de evolución que han dado origen a una amplia diversidad en el género Homo.

Investigaciones recientes han puesto de manifiesto que a lo largo de la historia evolutiva del género Homo han convivido en el planeta Tierra otras especies humanas, distintas de la nuestra, la autodenominada Homo sapiens. En Asia se admite la persistencia de poblaciones de Homo erectus, en especial representada en la colección de Ngandong, hasta fechas muy recientes, quizá tan cercanas como 27.000 antes del presente. Muy recientemente se han descubierto en la isla de Flores (Indonesia) un conjunto de restos clasificados como Homo floresiensis y que están dado lugar a una apasionada polémica.

Cualquiera que sea la interpretación evolutiva de esta nueva incertidumbre paleoantropológica, sujeta como decimos a argumentos enfrentados, de lo que no cabe duda es de que se trataba de una especie humana hoy extinta. Hace apenas tres semanas se ha publicado un linaje humano desconocido, la llamada “mujer X”, descubierto en Siberia meridional, e identificado por primera vez exclusivamente a partir de datos genéticos. Está por ver a quien corresponde el ADN mitocondrial de la “mujer X” pero no me sorprendería que correspondiera a un Homo erectus tardío. Y cómo no, entre estas especies humanas extintas, se encuentran también los neandertales: Homo neanderthalensis; la más conocida de todas y la que más literatura y estudios ha propiciado y propicia. Los neandertales habitaron en Europa y amplias regiones de Asia desde hace unos 300.000 años hasta su extinción hace quizá menos de 28.000 años.

Por tanto, si tomamos como referencia el valor arbitrario de los 40.000 años, comprobamos que en el Planeta Tierra coexistieron al menos cuatro especies humanas (H. sapiens, H. neanderthalensis, H. floresiensis y H. erectus), dotadas todas ellas de sofisticados atributos culturales ¿Qué significado y consecuencias puede tener este hecho para la comprensión de la naturaleza humana? Con los conocimientos actuales es aún pronto para ponderar y evaluar las consecuencias de este fenómeno de la evolución. Sin embargo, comprender el alcance e implicaciones de este hecho es uno de los retos más prometedores en el pensamiento antropológico, y los neandertales ocupan un lugar destacado en esta aventura intelectual.

Superando prejuicios

Lejos de los arquetipos generados a principios del siglo XX, en los que los neandertales eran la imagen viva del primitivismo, la ciencia ha ido esclareciendo algunos aspectos de su naturaleza. Quizás lo más evidente ha sido comprender cómo su anatomía, antaño creída propia de lo primitivo, es por el contrario altamente evolucionada. Hemos aprendido que ser distinto a nosotros no significa ser primitivo, aunque pueda serlo en algunos detalles (como nosotros lo somos en otros). Una idea falsa y muy arraigada es pensar que lo “humano moderno” es sinónimo de evolucionado. Los neandertales fueron gentes altamente derivadas, pero, he aquí la cuestión, derivadas en una dirección distinta.

La evolución no solo tiene un camino, se puede ser evolucionado de diferentes modos. Esta es una buena lección. Por ejemplo, la cara de los neandertales, aunque por su tamaño y proyección anterior puede recordar de algún modo el prognatismo de los primates no humanos, es sin embargo, una cara altamente derivada, incluso más que la nuestra. Y, ¿qué decir del gran cerebro de los neandertales? Ellos también desarrollaron un alto coeficiente de encefalización pero en un modo anatómicamente distinto al nuestro.

Recientemente se han puesto al descubierto claras evidencias que apuntan al manejo de conceptos abstractos por parte de los neandertales. Dicha afirmación se sustenta en el descubrimiento de elementos de ornamentación corporal, ya sea con aderezos físicos a modo de collares y colgantes, ya sea en la ornamentación directa del cuerpo mediante pigmentos.

Evidencias de lo primero proceden de Arcy sur Cure (Francia), donde se han recuperado cuentas de collar en asociación con restos neandertales. Más recientemente se han hallado multitud de barras de óxidos de manganeso interpretados como lápices aptos para el dibujo sobre la piel así como el uso de pigmentos reflectantes en la cueva de los Aviones, en Murcia.

En íntima conexión con la capacidad simbólica de los neandertales se encuentran las abundantes pruebas de prácticas de enterramiento, quizás asociadas con rituales funerarios cuya evidencia se atestigua por la presencia de supuestas ofrendas. Un cierto sentido de lo trascendente de daba en las poblaciones neandertales, lo que implica el desarrollo de instancias metafísicas en el sistema psíquico neandertal.

El cuidado de los individuos indefensos, jóvenes y ancianos, se puso de manifiesto en el yacimiento de Shanidar (Irak) así como en otros muchos yacimientos donde individuos lisiados o desprovistos de dentición que les permitiera masticar el alimento sobrevivieron durante años gracias al cuidado de su congéneres. El altruismo y la solidaridad han sido actitudes tradicionalmente unidas al comportamiento eminentemente humano. Los neandertales, sin duda, poseían en su acervo psicobiológico aspectos de estas cualidades humanas.

Por tanto, muchas, si no todas las cualidades que nos hemos arrogado como propias y nos confieren ese carácter de humano, las encontramos ya en los grupos del Paleolítico Medio europeo. Quizás el último rubicón que los neandertales aún no han conseguido superar en la carrera por la humanidad es la elaboración de arte parietal o mobiliario, tan extendido y soberbio como el que se encuentra entre los primeros cromañones. ¿No sabían hacer arte los neandertales o es que todavía no hemos aprendido a reconocer otras formas de manifestación plástica?

Cualquiera que sea la causa que dio origen a la forma neandertal, si es claro que ésta les permitió vivir sin mayor apuro durante un largo periodo de tiempo hasta que terminaron por desaparecer. La posibilidad de que la organización de su encéfalo y su psicobiología gestionasen una relación con el universo basada en percepciones distintas a las nuestras nos abre caminos de exploración hasta ahora nunca iniciados. En definitiva, una larga lista de posibilidades en cada uno de los aspectos que hemos tratado, abiertas al debate y ávidas de nueva información. Los Neandertales son la mejor vara donde medir nuestra propia singularidad, y lejos de desanimarnos por la magnitud de las incógnitas, debe empujarnos a la investigación, a sabiendas de que cualquier avance en el estudio de nuestra prehistoria tiene importantes implicaciones en el conocimiento humano.


Fuente: elcultural.es

Cova Eirós puede contener restos anteriores al hombre de Neandertal


Una de los sondeos arqueológicos realizados en la cueva, en los que se alcanzó una profundidad de un metro


Los sondeos con georradar efectuados en Cova Eirós el pasado marzo han revelado que los sedimentos acumulados en el piso de la cueva de Triacastela tienen una profundidad de más de tres metros. Este hallazgo abre importantes posibilidades para el estudio del yacimiento paleolítico descubierto en esta gruta, ya que el subsuelo podría contener objetos y vestigios biológicos de épocas muy remotas.

En las excavaciones realizadas hasta ahora en Cova Eirós -las últimas fueron en agosto del pasado año- se llegó a una profundidad de en torno a un metro por debajo de la superficie. Esto fue suficiente para alcanzar un nivel de unos 85.000 años de antigüedad -período cronológico correspondiente al Paleolítico Medio-, en el que se halló en el 2008 el mejor yacimiento del hombre de Neandertal de Galicia. En caso de que las capas inferiores se hayan formado con la misma regularidad y sean igualmente ricas en restos arqueológicos, los investigadores tienen la posibilidad de descubrir materiales mucho más antiguos, que podrían remontarse hasta las últimas etapas del Paleolítico Inferior.

Los responsables del proyecto arqueológico impulsado desde el 2006 por la Universidade de Santiago, en el que se encuadran estas excavaciones, señalan que la profundidad del sedimento -lo que se conoce como potencia- es la mayor que se ha registrado en Galicia en un yacimiento paleolítico ubicado en una cueva. «Un potencial de más de tres metros puede contener una secuencia cronológica muy larga, parecida a las que se conservan en algunas cuevas del área cantábrica y mayor que las que se conocen en Galicia», señala Arturo de Lombera, codirector de las excavaciones de Cova Eirós.

Posibilidades

El arqueólogo puntualiza que no es seguro que la parte inferior del subsuelo de la gruta tenga una estructura similar a la de las capas superiores, ni que encierre restos arqueológicos. Según explica, «también cabe la posibilidad de que esas capas de sedimento sean estériles, es decir, que no contengan ningún material arqueológico, o bien que se hayan formado a una velocidad mucho mayor que las capas superiores, de manera que no reflejarían de la misma forma las etapas cronológicas».

Todo esto no podrá saberse mientras no se realicen nuevos sondeos. Pero el hecho de saber con certeza que por debajo de lo que se ha excavado hasta ahora aún hay más de dos metros de sedimentos -con posibles rastros de ocupaciones humanas muy antiguas- ha incrementado considerablemente el interés de este yacimiento, que ya figuraba entre los más notables del Paleolítico gallego.

Fuente: lavozdegalicia.es

¿Somos un poco neandertales?

El análisis genético de la especie más próxima a nosotros indica que hubo un ligero mestizaje - Se abre la puerta al conocimiento de lo que nos hace humanos



Svante Pääbo, a la derecha, con miembros de su equipo junto a un esqueleto de neandertal.


Los neandertales vivieron en Europa durante centenares de miles de años pero desaparecieron en mucho menos tiempo ante el avance de una nueva especie de homínido que salió de África, la única que existe ahora, la nuestra. Siempre nos hemos preguntado cómo se comportarían, qué capacidades tenían aquellos primos evolutivos, extinguidos antes de que se pintara la cueva de Altamira.

¿Eran capaces los neandertales de pensar simbólicamente, de fabricar adornos y amuletos, como piensan algunos expertos, o simplemente imitaban lo que veían en los invasores, como sugieren otros? Pero, sobre todo, nos preguntábamos si alguna vez los neandertales, que seguro que se aparearon con los recién llegados, con los que convivían a corta distancia en algunos lugares al menos, llegaron a tener descendencia no estéril. Hasta ahora, todo indicaba que no prolongaron su estirpe, pero la genética aporta ahora al conocimiento de los neandertales y de nosotros mismos un panorama distinto y más sugerente.

El Homo sapiens, la especie vencedora en la historia evolutiva de los humanos, se hibridó con los neandertales que encontró cuando empezó a salir de África hace unos 80.000 años, aunque lo hizo probablemente durante poco tiempo. Esto es lo que cree el equipo internacional que ha conseguido secuenciar el genoma completo del neandertal, un gran proyecto que empezó hace cuatro años y cuyos resultados publica hoy la revista Science.

Este logro no ha servido sólo para conocer cómo era la rama lateral de homínidos extinguida que habitó Europa hasta hace sólo 30.000 años, sino, sobre todo, para saber qué nos hace humanos. "Es genial saber que algunos de nosotros tenemos un poco de ADN del hombre de Neandertal, pero, para mí, la oportunidad de buscar evidencia de la selección positiva que ocurrió poco después de que las dos especies se separaran es probablemente el aspecto más fascinante de este proyecto", dice Svante Pääbo, el más reconocido experto en ADN fósil y director del trabajo.

Los investigadores, entre ellos varios españoles, compararon el genoma del neandertal con los de cinco humanos de los cinco continentes de la época actual. Los resultados revelan que 78 genes (83 según otro método), de los más de 23.000 existentes, son probablemente distintos funcionalmente en los humanos y los neandertales, y que entre un 1% y un 4% del material genético humano moderno procede de la especie extinguida, lo que indica que sí hubo mestizaje.

"Los neandertales son más parecidos a los humanos de otros continentes diferentes de África que a los africanos", explica Pääbo, del Instituto Max-Planck de Antropología Evolutiva (en Alemania). "Esto indica que la hibridación se produjo después de que el Homo sapiens empezara a salir de África, seguramente en Oriente Próximo y durante poco tiempo, antes de que evolucionaran las distintas ramas euroasiáticas".

Se basa en que los modelos de población indican que cuando una población colonizadora se topa con una población residente, aún una pequeña cantidad de hibridación puede quedar ampliamente reflejada en el genoma de las poblaciones colonizadoras si esa población se expande entonces de manera significativa. De este modo, el porcentaje relativamente bajo de ADN de neandertal en el genoma del humano moderno sugiere que el mestizaje fue bastante limitado.

Para el genoma completo, del que ahora se publica el primer borrador de un 60% del ADN, los científicos se han basado en tres pequeñas muestras, procedentes de tres huesos distintos, de entre 38.000 y 44.000 años de antigüedad, todos ellos del yacimiento de Vindija en Croacia.

El borrador se complementó con la secuenciación parcial de otros tres neandertales, procedentes de la cueva del Sidrón (Asturias) -cuyo equipo participa en el proyecto-, Mezmaiskaya (Rusia) y Feldhofer (Alemania). Ha constituido un gran desafío técnico, debido al considerable peligro de contaminación de las muestras con el ADN del humano moderno, que es muy parecido al del neandertal, y a la gran cantidad de ADN de las bacterias y hongos que colonizaron los huesos fósiles y que ha habido que separar. La tecnología la ha puesto la empresa estadounidense 454 Life Sciences, del grupo Roche.

"El flujo génico descubierto únicamente puede detectarse de neandertales a humanos modernos, por la dinámica expansiva de las poblaciones humanas modernas, pero no es descartable que fuera bidireccional. Por el contrario, no hay rastros de que hubiera flujo génico después, cuando nuestros antepasados entraron en Europa hace 40.000 años", explica Antonio Rosas, paleobiólogo del CSIC y miembro del equipo.

El genoma neandertal presenta, además, otras regiones cromosómicas que podrían derivar de cruzamientos con homínidos más arcaicos, como Homo erectus u Homo antecessor, la especie más antigua de Atapuerca.

El paleogenetista Carles Lalueza-Fox, también miembro del equipo junto a Marco de la Rasilla, Javier Fortea y Tomas Marques-Bonet, afirma: "Esta teoría es totalmente novedosa, y no se ajusta a ninguno de los dos modelos extremos tradicionalmente planteados y conocidos como hipótesis fuera de África e hipótesis multirregional. El primero postula una salida reciente fuera de África sin cruzamientos con otras especies humanas más arcaicas, mientras que el segundo postula una evolución local en cada continente a partir de una migración muy antigua, cercana a los dos millones de años. El nuevo modelo planteado por el genoma neandertal podría definirse como fuera de África con hibridación con neandertales en la salida".

Entre los genes diferentes entre ambas especies están unos pocos que se propagaron rápidamente en la nuestra (mediante la llamada selección positiva) después de que los humanos y neandertales se separaran de un ancestro común, hace medio millón de años. Incluyen genes relacionados con el metabolismo, el desarrollo cognitivo y el del cráneo, la clavícula y la caja torácica. Hay otros relacionados con el autismo, la esquizofrenia y con el síndrome de Down.

Los investigadores también usaron el genoma del neandertal para producir la primera versión de un catálogo de variaciones genéticas que existen en todos los humanos modernos pero que no se encuentran en los neandertales o en los simios. Aseguran que este catálogo será valioso para los científicos que estudian qué es lo que separa a los humanos de otros organismos.

"Estas variaciones indican que son buenas mutaciones, beneficiosas de alguna forma en la evolución. Esto ilumina nuestra historia evolutiva, al identificar regiones del ADN candidatas a explorar para comprender lo que cambió en los humanos modernos desde que se separaron evolutivamente y por qué", resume Richard E. Green, de la Universidad de California, primer firmante del artículo que publica Science.

Fuente: elpais.com

lunes, 3 de mayo de 2010

Huellas numerosas de los pobladores primitivos


Artefactos del Paleolítico Medio (izquierda) e Inferior (derecha) hallados en Monforte


En la última campaña de prospección de los yacimientos paleolíticos del valle de Lemos promovida por la Universidade de Santiago, en la segunda quincena de abril, los investigadores han sacado una impresión similar a la que tuvieron en las campañas de años precedentes. A primera vista, en este territorio parecen abundar más los rastos de las primeras etapas del Paleolítico -el Paleolítico Inferior y Medio-, que las del mucho más avanzado Paleolítico Superior. No obstante, el arqueólogo Xosé Pedro Rodríguez, codirector de los trabajos de campo, señala que esta primera impresión debe ser contrastada mediante el estudio en el laboratorio de los numerosos materiales recogidos en la zona desde el 2006.

«En cuanto al número de yacimientos que localizamos en la depresión de Lemos, desde luego que son más numerosos los que parecen correponden al Paleolítico Inferior y al Medio», explica el investigador. «Pero en cuanto al número de piezas encontradas yo no diría lo mismo, porque en algún yacimiento del Paleolítico Superior, como el del monte de Valverde, apareció una cantidad muy grande de artefactos», añade.

Asimismo, Rodríguez puntualiza que muchos de las miles de artefactos recogidos en la zona en los últimos años no son fáciles de identificar y de atribuir a un período determinado. «Son materiales de superficie que no podemos datar con sistemas radiométricos como los que aparecen en el subsuelo y hará falta un estudio muy detallado para determinar bien a qué épocas pueden corresponder unas y otras piezas», explica.

Solo cuando hayan terminado estos estudios, concluye el arqueólogo, se podrá saber si efectivamente hay una diferencia grande entre la presencia en la zona de unas y otras industrias.

Fuente: lavozdegalicia.es